El hallux valgus (comúnmente conocido como juanete) es una deformidad que afecta al primer metatarso del pie, a la primera falange, a la capsula articular y articulación que los une, huesos sesamoideos y ligamento que rodean y estabilizan la articulación, así como a cierta musculatura que se inserta alrededor de la primera articulación metatarsofalángica.
El primer metatarso se desplaza hacía pronación y su cabeza hacia externo y la primera falange se desplaza hacia interno y varo pudiendo pasar por encima o debajo de la segunda y tercera falange.
Esta deformación cursa normalmente con dolor y causa impotencia funcional en la marcha limitando la flexión dorsal del dedo gordo.
Podemos dividirlo en causas intrínsecas al pie (músculo, ligamento, articulación o tipo de pie) o extrínsecas (genética, tipo de calzado, peso y sobreuso) según una revisión del 2011 (1). En resumen, será importante para la aparición del hallux valgus que el paciente sea mujer, que la madre lo tenga, que a nivel anatómico tenga un tercer dedo más corto que el primero, un acortamiento de la fascia plantar, un metatarsus primus varus, pies planos o ligamentos más laxos y un calzado cerrado excesivamente estrecho en antepié.
Todo esto hará que la articulación sea más inestable y la parte interna del pie sufra más durante la marcha o carrera, provocando o empeorando el cuadro, y antes o después de que la articulación se haya desplazado, un desequilibrio del complejo rotador (formado por abductor y adductor del primer meta) hará que la deformación prosiga e incluso que empeore.
Existen diferentes tipos de tratamientos para el hallux valgus en función de varios aspectos, pero sobre todo, del alcance de la deformación. Entre algunos de los tratamientos conservadores encontramos: consejos para mejorar el tipo de calzado, diferentes tipos de ortesis como plantillas (con el objetivo de colocar el retropié en neutro; sin grandes resultados en estudios clínicos (2)), separador del primer y segundo dedo, plantillas con separadores de dedos, protocolo Brantingham de movilización y manipulación, ejercicios, etc. En este último vamos a centrarnos.
A través de ejercicios bien programados se busca disminuir la angulación del hallux valgus por medio del fortalecimiento de la musculatura que controla esta articulación y le da estabilidad, siendo esta sobre todo la musculatura intrínseca del pie y del abductor del pulgar.
Aquí tienes el url para ver los vídeos: https://www.instagram.com/p/B4ST0mzK9W3/?utm_source=ig_web_copy_link&igshid=MzRlODBiNWFlZA==
1) Movilización del dedo gordo: Flexo-extensión manual del dedo gordo y elongaciones axiales llevándote el dedo gordo hacia afuera.
2) Dorsiflexión de tobillo.
3) Toe Spread: flexión dorsal primer dedo del pie sin levantar la planta del pie del suelo y a continuación, extensión de los dedos del pie intentando separarlos lo máximo posible, llevando el dedo gordo hacia fuera del pie mientras lo lleva hacia el suelo.
4) Elevación talón con elástico rodeando dedos gordos: Realiza elevación en 3’’, mantente 2’’ de puntillas y baja en 3’’.
Espero que os sirvan de ayuda, pero recordar que jamás hay que descartar la valoración de un profesional para que individualice el caso al máximo.
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1. A.M. Perera, Lyndon Mason, and M.M. Stephens. The Pathogenesis of Hallux Valgus. J Bone Joint Surg Am. 2011;93:1650-61 d http://dx.doi.org/10.2106/JBJS.H.01630
2. Reina et al. Effect of custom-made foot orthoses in female hallux valgus after one-yearfollow up, Prosthetics and Orthotics International 37(2).